Mis primeros libros: con Ekaré
- Fraselograma
- 7 jul 2020
- 5 Min. de lectura
La literatura siempre ha sido (es) parte fundamental de mi vida. La pienso como ese espacio, ese refugio que me permite enfrascarme en mí misma e imaginarme mundos, historias y personajes fantásticos. Mirando hacia atrás descubro que la lectura dirigida en el colegio ayudó enormemente a afianzar mi obsesión por la misma, y durante mi adolescencia mis lecturas estuvieron marcadas por libros fantásticos con personajes femeninos de mi edad y que les ocurría lo más inverosímil. Sí, mis días de adolescencia estuvieron plagados de muchos libros geniales como los del ciclo de La materia oscura, por ejemplo, de Phillip Pullman, del cual ya escribí en otra entrada.
No obstante, hoy quiero exaltar aquellos libros que en mis días infantiles y de colegio hicieron mella en mí, y pusieron ese primer ladrillito de una estructura que hoy sigue construyéndose. Hoy les quiero comentar sobre mis libros infantiles favoritos y, por supuesto, recomendárselos a todos.
Su definición la tomo directamente de su página web:
La palabra ekaré fue tomada de la lengua de la etnia Pemón que habita en el sureste de Venezuela. Significa narración nueva o verdadera y, en un contexto más amplio, simplemente historia o cuento.
Ediciones Ekaré se creó en 1978 y su objetivo principal, hacer libros de calidad, está relacionado directamente con la experiencia en bibliotecas públicas y escolares del Banco del Libro, una institución venezolana conocida internacionalmente por su labor de promoción de la lectura.
Editorial maravillosa que se reinventa a pesar todas las circunstancias tan difíciles de Venezuela. Crecí con ella y sus libros serán los protagonistas de esta entrada:
Niña Bonita
Es un clásico de esta editorial, y un clásico de libro infantil latinoamericano. Además del valor sentimental que tiene esta obra, la temática que contempla, aunque sutil salta a la vista si se le presta atención y si leemos un poquito más allá puesto que habla sobre la diversidad racial, en la que la unión de tonos de piel; blanco con negro, da pie a muchas mezclas y a un enriquecimiento cultural para la sociedad.

A modo de resumen, Niña Bonita trata de un conejo muy blanco de nariz temblorosa y ojitos rojos que se enamora de una niña bonita cuya piel era oscura y lustrosa. El conejo maravillado por el color de piel le pregunta que cómo ha conseguido ser así, a lo que la niña, que no sabía en verdad cómo, inventó varias historias que justificarían ese tono. Así el pobre conejo se llenaría de tinta y se enfermaría de tanto tomar café hasta que descubre que en verdad el secreto estaba en la familia de la Niña Bonita, de los “encantos de una abuela negra que ella tenía”.
Pienso que la temática de este libro continúa vigente y más todavía debido a los enfrentamientos racistas y xenofóbicos que se han presentado durante los últimos meses.
El Cocuyo y la Mora
Es un cuento transcrito por un Fray español que estaba interesado por la cultura indígena venezolana y, como esta solo recogía sus relatos desde el habla y la memoria, Fray Cesareo de Armellada decidió dejar muestra escrita de ellos y por eso es por lo que conocemos este peculiar relato.
Trata de un cocuyo que, cansado, decidió reposar sus patica sobre las hojas de una mora bastante vieja. La mora se enamora de tal altanero insecto y le pide que se case con ella a lo que el cocuyo le dice que no, porque ella es muy muy fea y vieja, y emprende el vuelo. Pasa el tiempo y el cocuyo decide de nuevo reposar sobre una mora, pero esta vez, la que una vez era una mora desgarbada y fea ahora parece más joven que nunca. Y el cocuyo deslumbrado le pide que le diga su secreto.

No terminaré de contárselos porque deben correr a leerlo, pero les digo que hay fuego y un cocuyo muy arrepentido por su soberbia.
Es un cuento que transmite el “no juzgar un libro por su portada” que lo indígenas pemones representan a través de esta analogía de la naturaleza que los rodea.
El sapo distraído
Este es uno de mis favoritos desde siempre. Es un relato corto que trata de un sapito que decide irse al mercado, pero se distrae tanto que al final no compra nada. Sencillo, pero esplendido.

Algo tiene esta historia que, por su simpleza, por sus pinceladas en acuarela me atrapó desde que lo leí por primera vez.
Wangari y los árboles de paz
Es una historia de la vida real que se ubica en Kenya. Una niña que vive en un aldea rodeada de frondosos árboles descubre que la nueva industria que deforestar su tierra, es por eso por lo que Wangari decide plantar nueve árboles y emprender un movimiento ecológico que ayudaría a reforestar de nuevo su hogar.

Es una historia que habla sobre conciencia ecológica, amor por la naturaleza y hacia los demás. Destaco lo importante que es que desde pequeño nos presenten temáticas de este estilo, que nos conciernen a todos y no únicamente a los adultos, ya que si cultivamos desde la infancia el amor por la naturalza y por el bienestar del planeta, nuestro futuro será más positivo y verde. De hecho, la misma Wangari es homenajeada con un premio Nobel de la Paz en 2004.
Rosaura en bicicleta
Rosaura es una gallina muy simpática que pide para su cumpleaños una bicicleta. Pero ¿alguna vez han visto una bicicleta para gallinas? Pues de esto va el cuento, de como su ama hace de todo para que su amada gallina pueda cumplir su sueño. Es un cuento muy divertido que nos demuestra que todos podemos lograr lo que nos propongamos.

...
Existen muchos otros libros y editoriales increíbles, pero quería empezar esta serie de comentarios sobre literatura infantil y juvenil con la editorial más cercana: Ekaré. Debo decir también que mi pasión por esta editorial no se dio espontáneamente, es decir, no me acerqué de buenas a primeras a ella porque no la conocía, sino que fueron mis profesoras de literatura del colegio, cuyo amor por la lectura y por esta editorial en específico (y de otras como Suma, Piedra angular, Planeta, Norma) hicieron que mi mirada se posara sobre Ekaré.
He tenido la oportunidad de conocer a algunos de los creadores, ilustradores y editores de esta editorial y mi adoración no hace más que crecer por ella. Tanto así, que los libros que más me atraen ya no solo como lectora sino como posible promotora y (ojalá) editora son los libros infantiles y juveniles.
Doy gracias a mis profesoras y doy gracias por la existencia de Ekaré por otorgarme ese espacio, ese ensimismamiento del que escribía más arriba, ya que fue con esta editorial con la que empecé mi trayectoria lectora.
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